La MANZANA DE LAS LUCES, llamada así por ser cuna de la intelectualidad, se encuentra en el barrio de Monserrat, entre las calles Alsina Perú, Moreno y Bolívar. Su historia se remonta a 1661 cuando los Jesuitas toman posesión de ella y comienzan a construir los edificios, que son considerados como los más antiguos de este solar histórico, hoy son salas teatrales donde hoy se ofrece una variada agenda cultural.
Apenas instalada la Compañía de Jesús, comienza a edificar la IGLESIA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA. Ejemplo de la arquitectura barroca jesuítica, fue terminada en 1722 y es la más antigua de la Ciudad de Buenos Aires. Retablos dorados a la hoja, imágenes "de vestir" del siglo XVIII, antiguas pinturas y añejas rejas de hierro forjado, nos transportan a la época en que las Iglesias eran parte de la vida social del Buenos Aires Colonial.
A la derecha de la Iglesia, subsiste parte del Antiguo COLEGIO MÁXIMO DE SAN IGNACIO. Establecimiento educativo de gran importancia para la ciudad que cesó en sus funciones cuando la expulsión de la Compañía de Jesús, en 1767. Durante el Virreinato se denomina REAL COLEGIO DE SAN CARLOS, albergando estudiantes ilustres: Belgrano, Saavedra, Moreno, Paso, Las Heras, Dorrego y Rivadavia, entre otros. Hoy es el prestigioso Colegio Nacional Buenos Aires.
Sobre la calle Perú y Alsina, podemos ingresar en el PATIO DE LA PROCURADURÍA DE LAS MISIONES. Este edificio de enormes arcos de ladrillo, era el asiento del Procurador General de los Jesuitas. Especie de controlador administrativo, supervisaba los bienes y contabilizaba los productos llegados aquí, provenientes de diferentes estancias jesuitas del interior del país. Bajo el patio, hoy pueden visitarse algunos tramos de TÚNELES COLONIALES, recuperados en la década del '80, datan del siglo XVIII, y se cree que pueden haber sido realizados por los Jesuitas. Quedan aún muchas dudas sobre su uso: se supone que fueron construidos para la defensa de la ciudad, aunque se los vincula también con el Contrabando. Unían con el Cabildo, el Fuerte, el Río y otras Iglesias y construcciones notables de la Ciudad.
En la SALA DE REPRESENTANTES se reunían a partir de 1820 los Representantes del pueblo de la Provincia de Buenos Aires para hacer las leyes y elegir gobernador. Todos los mandatarios de la Provincia, hasta el año 1883, juraron en ella y ocuparon uno de sus palcos. En la actualidad el público asistente puede sentarse en las bancas de los diputados. Dorrego, Lavalle, Rosas, Alsina fueron algunos de los gobernadores que pasaron por aquí. Rivadavia y Mitre juraron como Presidentes en 1826 y 1862 respectivamente.
Apenas instalada la Compañía de Jesús, comienza a edificar la IGLESIA DE SAN IGNACIO DE LOYOLA. Ejemplo de la arquitectura barroca jesuítica, fue terminada en 1722 y es la más antigua de la Ciudad de Buenos Aires. Retablos dorados a la hoja, imágenes "de vestir" del siglo XVIII, antiguas pinturas y añejas rejas de hierro forjado, nos transportan a la época en que las Iglesias eran parte de la vida social del Buenos Aires Colonial.
A la derecha de la Iglesia, subsiste parte del Antiguo COLEGIO MÁXIMO DE SAN IGNACIO. Establecimiento educativo de gran importancia para la ciudad que cesó en sus funciones cuando la expulsión de la Compañía de Jesús, en 1767. Durante el Virreinato se denomina REAL COLEGIO DE SAN CARLOS, albergando estudiantes ilustres: Belgrano, Saavedra, Moreno, Paso, Las Heras, Dorrego y Rivadavia, entre otros. Hoy es el prestigioso Colegio Nacional Buenos Aires.
Sobre la calle Perú y Alsina, podemos ingresar en el PATIO DE LA PROCURADURÍA DE LAS MISIONES. Este edificio de enormes arcos de ladrillo, era el asiento del Procurador General de los Jesuitas. Especie de controlador administrativo, supervisaba los bienes y contabilizaba los productos llegados aquí, provenientes de diferentes estancias jesuitas del interior del país. Bajo el patio, hoy pueden visitarse algunos tramos de TÚNELES COLONIALES, recuperados en la década del '80, datan del siglo XVIII, y se cree que pueden haber sido realizados por los Jesuitas. Quedan aún muchas dudas sobre su uso: se supone que fueron construidos para la defensa de la ciudad, aunque se los vincula también con el Contrabando. Unían con el Cabildo, el Fuerte, el Río y otras Iglesias y construcciones notables de la Ciudad.
En la SALA DE REPRESENTANTES se reunían a partir de 1820 los Representantes del pueblo de la Provincia de Buenos Aires para hacer las leyes y elegir gobernador. Todos los mandatarios de la Provincia, hasta el año 1883, juraron en ella y ocuparon uno de sus palcos. En la actualidad el público asistente puede sentarse en las bancas de los diputados. Dorrego, Lavalle, Rosas, Alsina fueron algunos de los gobernadores que pasaron por aquí. Rivadavia y Mitre juraron como Presidentes en 1826 y 1862 respectivamente.
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