Hasta siempre !!

HASTA SIEMPRE !!

Mabel Loschiavo fué una gran periodista de cultura en general que nos dejó en octubre del 2012, su trabajo abarcó muchos géneros; teatro, cine, televisión y en el ámbito literal fué una gran crítica de literatura y lectora. Conductora de programas en diversas radios y al final de su carrera en Radio UBA. Fué directora del recuperado (en ese momento) Cine Cosmos-Uba (hoy de futuro incierto ya que a febrero del 2015 se encuentra cerrado) allí organizó infinidad de festivales de cine. Todo tipo de evento cultural pasó por su pluma y también ( por sobre todas las cosas ) fué gran amiga de sus amigos, una madraza en su familia y una tenáz luchadora.
MAS ABAJO EN ESTE BLOG ENCONTRARÁS MUCHOS COMENTARIOS Y CRITICAS TEATRALES REALIZADAS POR MABEL

Mabel entrevista a Pablo Conde en el Festival de Cine de Mar del Plata

Transmitida el sábado 25 de agosto de 2012 por RADIO UBA 87.9 FM en la Ciudad de Buenos Aires, Argentina

Entrevistas para el programa "La vida de noche" de Radio Belgrano am 950

Mabel entrevista a Andrés Borghi

Segmento del programa "Intercambio Cultural" de Mabel Loschiavo y con la participación de Esteban Rojas en Radio UBA 87.9 FM

Mabel entrevista al Director Sergio Vera

"Intercambio Cultural" de Mabel Loschiavo con la participación de Esteban Rojas en Radio UBA 87.9 FM. Entrevista a Sergio Vera acerca del ciclo LA GRAN MARATÓN DE CORTOS y el la situación del cine independiente y fantástico argentino actual.

Mabel conduciendo su ciclo en Radio UBA

Mabel conduciendo su ciclo en Radio UBA

Mabel junto a Serrat

Mabel junto a Serrat

Foto luego de la hermosa entrevista por "PETRONA" en Radio Uba, en el programa de Mabel Loschiavo

Foto luego de la hermosa entrevista por "PETRONA" en Radio Uba, en el programa de Mabel Loschiavo

lunes, 31 de mayo de 2010

TEATRO SAN MARTÍN CELEBRACIONES POR EL 50° ANIVERSARIO

TEATRO SAN MARTÍN
CELEBRACIONES
POR EL 50° ANIVERSARIO

Se presentarán un espectáculo, un libro,
un documental y una muestra fotográfica
para festejar los 50 años del Teatro San Martín
El Teatro San Martín festejó su cincuentenario primero en la intimidad, con todo el personal del CTBA y los elencos de la obras en cartel, el miércoles 26 de mayo con un sencillo “chocolate con churros”, y derivó hacia junio otras acciones. El 22 de junio a las 20 horas, en la Sala Martín Coronado, se celebrará una “Fiesta de cumpleaños” evocativa de la gestión artística del Teatro a lo largo de estos cincuenta años, espectáculo que se repetirá el miércoles 23 y el martes 29, también a las 20 horas, con la participación de los muchos artistas de todas las disciplinas que trajinaron sus escenarios.
La primera fecha estará dedicada a invitados, funcionarios, artistas, periodistas y representantes del personal. Las funciones del 23 y del 29 de junio serán abiertas y gratuitas para el público en general. Este espectáculo es dirigido por José María Paolantonio, con una propuesta escenográfica de Héctor Calmet y la coordinación de René Aure. Consistirá en una presentación de fragmentos de algunas obras paradigmáticas del repertorio cincuentenario del Teatro a cargo, preferentemente, de actrices y actores que alguna vez los interpretaron en estos escenarios. Éstos serán los títulos: Stéfano de Armando Discépolo, En familia de Florencio Sánchez, Tres hermanas de Anton Chejov, Un enemigo del pueblo de Henrik Ibsen, Galileo Galilei de Bertolt Brecht, El pan de la locura de Carlos Gorostiza, El reñidero de Sergio De Cecco, Dar la vuelta de Griselda Gambaro, Panorama desde el puente de Arthur Miller y un monólogo de William Shakespeare. Los intérpretes serán Roberto Carnaghi, Roberto Castro, Graciela Araujo, Aldo Barbero, Mario Pasik, Claudia Lapacó, Villanueva Cosse, Antonio Ugo, Malena Solda, Eleonora Wexler, Stella Galazzi, Ana Yovino, Muriel Santa Ana, Beatriz Spelzini, Horacio Peña, Luis Brandoni, Daniel Fanego, Héctor Bidonde, Walter Santa Ana, Víctor Laplace, Alejandro Awada, Emiliano Dionisi, Patricio Contreras, Martín Slipak, Alicia Berdaxagar, Sergio Surraco, Cristina Banegas, Joaquín Furriel, Ingrid Pelicori, Cutuli, Mariano Fernández, Mario Alarcón, Arturo Puig, Mirta Busnelli y Alfredo Alcón.
El espectáculo también contempla la intervención del Ballet Contemporáneo y del Grupo de Titiriteros del Teatro San Martín, así como de cantantes y músicos: Alejandra Radano, Diego Vila y Sandra Guida presentarán distintos musicales, y Rodolfo Mederos y Walter Ríos, junto a otros bandoneonistas, ofrecerán un concierto. Entre tanto se está rodando un documental cinematográfico con la dirección de Mario Sábato sobre guión de Aída Bortnik, y está en proceso de edición un libro (300 páginas) igualmente testimonial del medio siglo transcurrido. La celebración se completa con una muestra fotográfica -que se inaugurará el martes 15 de junio en las salas del primer piso del Hall Carlos Morel-, de obras y artistas que formaron parte de la historia del Teatro a lo largo de estos cincuenta años.

Por otra parte ya se realizó un concurso destinado a graficar la identidad visual del Teatro San Martín con un logotipo que ya preside toda la gráfica de la institución. A principios de julio se realizará un coloquio, a puertas cerradas, destinado a elaborar aportes para un modelo del Teatro San Martín en sus próximos cincuenta años. En el mismo participarán intelectuales, periodistas, políticos, actores, directores teatrales, investigadores y, por supuesto, los anteriores y actuales directores del Teatro San Martín. Los resultados del coloquio serán posteriormente trasladados a una publicación especial.

jueves, 20 de mayo de 2010

EL DESCENSO DEL MONTE MORGAN


“EL DESCENSO DEL MONTE MORGAN”
de Arthur Miller
Versión: Fernando Masllorens y Federico González del Pino
Dirección: Daniel Veronese
Elenco: Oscar Martinez (Lyman), Carola Reyna (Theo), Eleonora Wexler (Leah), Ernesto Claudio (Tom), Malena Figó (Bessie),Gaby Ferrero ( Logan).
Teatro Metropolitan 2 Av. Corrientes 1343 
Funciones: Domingo, Miércoles, Jueves y Sábado - 20:00 hs
Viernes - 20:30 hs - Sábado - 22:00 hs

El Descenso del Monte Morgan es una de las piezas tardías de Arthur Miller, que como siempre, echa una mirada sobre la sociedad y su propia vida.
Es la historia del señor Lyman propietario de una empresa de seguros, aceptando la bigamia y la posibilidad que un hombre tiene de amar de maneras diferentes a dos mujeres. El engaño se descubre cuando intenta descender la pendiente del Monte Morgan, en una noche de tormenta, para encontrarse con Leah su segunda mujer desde hace nueve años y termina accidentado en una cama de hospital.
Esta situación límite es el detonante de la verdad y propicia el encuentro de Theo la esposa oficial que llega con la hija de ambos y Leah la segunda pareja con la que también tiene un hijo. Otro de los preocupados por lo ocurrido es el abogado de la familia y amigo personal Tom Wilson que se acerca hasta el lugar y sostiene con Felt Lyman un acalorado enfoque filosófico y Freudiano de la situación.
Por su parte el marido en cuestión busca una explicación para las dos mujeres con ánimo de aclarar esta tragedia familiar, sintiendo que les dió lo mejor en afecto y seguridad, que en cierto modo no siente culpa y textualmente dice: “no he vivido la vida de otro, sino mi propia vida”. Con la maestría de siempre, Miller escarba en las pasiones humanas y hace foco en un tema que también hoy es de absoluta actualidad, la infidelidad, sus consecuencias morales, también la mentira y la hipocresía de los que sacan provecho de esa situación por no perder la seguridad de una vida confortable.
En un puesta que destaca los distintos planos reales e imaginarios en donde se mueven los personajes de esta comedia dramática, con una escenografía simple sólo una cama y dos sillones, y una lograda visión panorámica y abarcativa de los distintos momentos, que se refuerza en los particulares efectos de luz.
Las personales e intensas actuaciones, sumado a la buena puesta y dirección, nos hacen sentir que la obra se transforma para este tiempo y lugar. MUY BUENA
Mabel Loschiavo.

martes, 18 de mayo de 2010

Platería Peruana Contemporánea


Subsecretaría de Cultura
Dirección General de Museos
Museo de Arte Popular José Hernández
Platería Peruana Contemporánea

La Subsecretaría de Cultura, a través de la Dirección General de Museos, presenta la exposición Platería Peruana Contemporánea, que se inaugurará el jueves 20 de mayo a las 19.30 hs. en el Museo de Arte Popular José Hernández, Av. del Libertador 2373, organizada conjuntamente por el Patronato Plata del Perú y la Embajada de Perú, en homenaje al Bicentenario de la Revolución de Mayo. Se exhibirán las obras premiadas de los Concursos Nacionales Plata del Perú 1997-2009.
El principal objetivo, al crear el Patronato Plata del Perú, fue incentivar el uso de la plata difundiendo el trabajo de artesanos y artistas plateros peruanos.
El tratamiento de la platería en el Perú ha formado parte importante en los distintos períodos de su historia, no sólo culturalmente, sino también técnica y artísticamente por lo que ha sido y es reconocida internacionalmente.
Concurso Nacional Plata del Perú
El Concurso Nacional Plata del Perú se realiza consecutivamente desde el año 1997, en distintas ciudades de ese país, premiando las mejores piezas, seleccionadas entre todas las obras presentadas en cuatro categorías: escultura, filigrana, joyería y orfebrería.
Al realizar cada una de sus ediciones, el Patronato Plata del Perú tiene dos objetivos principales: preservar la tradición de familias enteras que, generación tras generación, conservan y transmiten su habilidad artesanal; y desarrollar diseños y corrientes de moda que vayan a la par con las tendencias mundiales.
A través de esta actividad se brinda a los artistas plateros peruanos la oportunidad de mostrar el arte que desde épocas precolombinas caracteriza al orfebre peruano.
Testimonio de ello es la exhibición que se presenta en Buenos Aires en homenaje al Bicentenario de la Revolución de Mayo, compuesta por 48 piezas de plata ganadoras en diferentes ediciones de este concurso.
La muestra podrá visitarse hasta el 27 de junio de miércoles a viernes de 13:00 a 19:00, y sábados, domingos y feriados de 10:00 a 20:00. Lunes y martes cerrado. Entrada general: $1. Domingos gratis

miércoles, 12 de mayo de 2010

DIAS ETERNOS


“DÍAS ETERNOS”
De Carlos Pais
Teatro Nacional Cervantes Libertad 815
Dirección: Gladys Lizarazu
Elenco: Marcelo Mazzarello (José), Pablo Cedrón (Miguel), Max Berliner (el viejo)
Funciones: jueves, viernes y sábados 21:30 y domingos 21hs.
Carlos País este dramaturgo santafecino que murió pocos días antes de ver esta obra en escena en el Teatro Nacional Cervantes, se apasionó por retratar la problemática social de los emergentes, los fuera del sistema, los abandonados de siempre.
“Días eternos” se sostiene en el género grotesco con mucho de comedia dramática según su propia definición, donde los toques de humor hacen posible soportar el día a día de estos personajes reconocibles, para sobrevivir a la desesperanza.
La trama nos habla de Miguel que repentinamente se queda sin trabajo y la necesidad lo lleva a cuidar un anciano con serios problemas motrices, Don Nicola vecino del edificio. A esta historia se le suma otra preocupación la llegada de su amigo José, en las mismas circunstancias laborales y con ánimo de instalarse.
A pesar de los serios problemas de salud, Don Nicola, consigue establecer con estos dos hombres un fuerte vínculo de amor y dignidad, llegando a balbucear sonidos que decodificados nos acercan la poesía de Oliverio Girondo.
Esta obra moviliza, nos permite tomar distancia y sensibilizarnos con una realidad que nos involucra. Retrata la soledad, las consecuencias por la falta de reinserción laboral, pero además y sobre todo una mirada seria a la falta de protección a los ancianos
BUENA. Mabel Loschiavo

martes, 11 de mayo de 2010

TODOS ERAN MIS HIJOS


“TODOS ERAN MIS HIJOS”
de Arthur Miller
Dirección: Claudio Tolcachir
Teatro Apolo Corrientes 1372
Elenco: Ana María Pcchio (Kate Keller), Lito Cruz (Joe Keller), Esteban Meloni (Chris Keller), Ann Deever (Vanesa González), George Deever (Federico D´Elia, Dr.Jim Bayliss (Carlos Bermejo), Sue Bayliss (Adriana Ferrer), Frank Lubey (Diego Gentile), Lydia Lubey (Marina Bellati).
Funciones: miércoles y jueves 20:30hs, viernes y sábados 21hs, domingos 20hs.

Esta obra de Arthur Miller se desarrolla en 1947 en el contexto de la posguerra, inscripta dentro del realismo americano, obtuvo el premio de la crítica de Nueva York en 1948 y un rotundo reconocimiento a su autor.
Todos eran mis hijos penetra en el mundo íntimo de la familia Keller, atravesada por las secuelas de la guerra, con un hijo que regresa del frente y otro desaparecido en acción.
El padre Joe se enriqueció fabricando piezas de aviones para el gobierno, su socio Steve Deever en cambio, fue a prisión como consecuencia de una partida fallada.
La madre Kate es la más afectada, no puede sobreponerse a la noticia de la muerte de su hijo Larry, tres años después lo sigue esperando, y no acepta que su antigua novia venga a casarse con otro. Ann la chica en cuestión (hija del socio preso) altera la dolorosa calma cuando llega dispuesta a contraer matrimonio con Chris el hijo que sobrevivió, convencida de lo ocurrido a Larry.
La historia alcanza el nivel más alto de emoción cuando George el otro hijo del socio se presenta en el lugar, tratando de encontrar una explicación a la culpabilidad de su padre, relacionada con la muerte de veintiún pilotos causada por la entrega de material defectuoso.
Esta pieza conmueve por la vigencia, se adapta a cualquier tiempo y lugar, nos habla de egoísmo, ambición desmedida y falta de responsabilidad en nuestras acciones que causan un daño irreparable en los demás y lo que es peor la mentira sostenida para ocultarlo frente a los ojos de nuestros hijos y de la sociedad.
La dirección de Claudio Tolcachir consigue todos los climas, con un suspenso que crece hasta el in crescendo final, con personajes bien definidos en la evolución de esta familia ideal en camino a la destrucción total. Delineados dentro de la escenografía de un amplio y apacible jardín que contrasta con su pulsión interior. MUY BUENA.
Mabel Loschiavo.

BREVE HISTORIA DE LA AVENIDA DE MAYO


EN EL AÑO DEL BICENTENARIO 1810-2010
DESEMPOLVAMOS RECUERDOS
BREVE HISTORIA DE LA AVENIDA DE MAYO

Transitando la segunda mitad del siglo XIX Buenos Aires, aún la Gran Aldea, era recorrida -polvareda mediante- por carretones, cascos cansados, bulliciosos vendedores ambulantes, gauchos, compadritos, cajetillas y hombres de la política. Hombres de sólidas convicciones y mirar lejano. Llegado el fin de siglo, una ansiosa Buenos Aires por urbanizarse fijó en Europa la vista y comenzó el proceso de creación de una nueva imagen para la ciudad. Esta transformación toma definitivo impulso, sostenida por el carácter y las ideas de quien fuera el primer Intendente de la ciudad: don Torcuato de Alvear, quien entre una gran diversidad de proyectos urbanos, gestó la idea de trazar la actual Avenida de Mayo. Este hecho instaló gran controversia, sin embargo Torcuato de Alvear continuó con su propósito, ya que la obra era considerada indispensable debido fundamentalmente a 3 razones: facilitaría el tráfico comercial, favorecería las condiciones de higiene y embellecería la capital.
En 1882, Torcuato de Alvear envió una nota al entonces Ministro del Interior Bernardo de Yrigoyen, en la que le solicitaba la puesta en marcha de los estudios científicos preliminares para el desarrollo del que fuese luego el primer boulevard reglamentado de la ciudad.
Una vez firmado en 1883 el proyecto de ley para la creación de la Avenida, comenzaron los debates acerca de la orientación que se planeaba para la arteria que se trazaría entre la Plaza de Mayo y la de Lorea. Se plantea entonces la decisión de ordenar el trazado del boulevard, modelo del parisino, en 30 mts. por el medio de las manzanas para las calles Rivadavia e Hipólito Irigoyen, Bolívar y Entre Ríos. El área se expandiría hacia el oeste provocando así un nuevo conflicto respecto de la expropiación del sector. La Avenida nació al ritmo de la resistencia de aquellos que se negaban a la demolición de sus propiedades. Algunas construcciones tenían solidez de centurias: así el ala izquierda del Cabildo y el edificio contiguo que había ocupado hasta años después del 80 la Jefatura de Policía y luego la Municipalidad. La mayoría de los propietarios de “las trece condenadas” manzanas que iban a expropiarse, pertenecían al patriciado de las familias porteñas, conservadoras de los patrimonios tradicionales. En términos generales las medidas propuestas recordaban las del boulevar de parisino. Fijándose en 30mts. acorde al modelo de la Avenida de la Opera de Paris, destinándose 6,50mts. para las veredas y 17mts. para la calzada. Pequeños plátanos cercados con armazones de hierro adornaban la calzada. Se previó además colocar mingitorios en el subsuelo de la calzada y en su centro; siguiendo el sistema de Londres (funcionaron hasta 1923). En las veredas de algunas esquinas se colocaron pequeños sótanos para los útiles de limpieza. Respecto de la iluminación se decidió el uso de alumbrado a gas y eléctrico. El primero con grandes lámparas sobre columnas de bronce; tal cual el modelo parisino. Se previó además la construcción de refugios de piedra de forma oval provisto de columnas para la luz eléctrica (también estos refugios fueron cuestionados por interrumpir el tránsito y provocar accidentes).
Por expresa decisión de los propietarios de los inmuebles, la Avenida nunca fue recorrida por los tranvías. Esto generó luego la necesidad de la construcción de un tranvía subterráneo, también siguiendo el modelo Metropolitano de Paris. Otro aspecto que despertó polémica fue la del tipo de pavimento, inclinándose luego por el formado por pinotea y granito de Tandil para los cordones. Respecto a los edificios que fueron levantándose, éstos debían obedecer a las normas establecidas y sus planos debían ser aprobados por la oficina de Obras Públicas de la Municipalidad. Por primera vez en la ciudad las construcciones debían tener una altura prefijada. Sin embargo, aún cuando se intentara una línea continua de los balcones, la influencia de la propiedad en manos de los particulares y la actuación de los arquitectos que proyectaron estas obras se manifiesta en una expresión libre que culmina en una multiplicidad de estilos particularmente rica y significativa. Una vez sorteada una serie inaudita y constantemente renovada de problemas, se inauguró la Avenida el 9 de julio de 1894, dando comienzo al acto una procesión de 500 antorchas la noche de 8 de julio. Originariamente la Avenida de Mayo tenía 14 cuadras de extensión. Pero más tarde con la creación de la Plaza del Congreso perdió tres a cambio de la esplendida perspectiva lograda para el mejor lucimiento del Palacio Legislativo, que se construía desde 1897. (www.avenidademayo.com).
LOS TEATROS
Ha tenido la Avenida de Mayo, además de una gran actividad en sus cafés y sus peñas, una intensa vida teatral con la característica que “españolizaba” la tendencia europizante de los porteños de fin de siglo XIX y comienzos del XX.
En 1893 se inauguró el célebre Mayo. Lo estrenó la compañía de Mariano Galé con las obras: El caballo blanco y El enemigo. Durante muchos años fue centro de la zarzuela, ese género inspirado en motivos populares y regionales de España, mezcla de costumbrismo y humor. Otro teatro El Avenida se inauguró en 1908, para el centenario era necesario dotar a la avenida de un teatro de magnitud, a todo lujo. Fue levantado en los terrenos de Juan y Joaquín Corden, por el arquitecto Fernández Poblet y Ortúzar. Se inauguró el 3 de octubre con El castigo sin venganza de Lope de Vega: por él desfilaron además de importantes obras, autores prestigiosos como Jacinto Benavente y Federico García Lorca. También estuvieron importantes figuras: Lola Membrives, Emilio Carreras, Juan Balaguer,
Miguel de Molina, Carmen Amaya, Ängel Pericet, Carmen Sevilla, Lola Flores, Sarita Montiel. El 3 de abril de 1979 se incendió, reinaugurándose el 18 de junio de 1994. (Instituto Histórico de la ciudad de Buenos Aires).

miércoles, 5 de mayo de 2010

ARAOZ Y LA VERDAD


“ARÁOZ Y LA VERDAD”

de Ernesto Sacheri (su segunda novela “La pregunta de sus ojos” inspiró la película Argentina ganadora de un Oscar).

Versión y dirección: Gabriela Izcovich

Elenco: Luis Brandoni, Diego Peretti, David di Napoli

Diseño de escenografía: Jorge Ferrari

Diseño de ilunimación: Eli Sirlin

Paseo La Plaza Corrientes 1660

Funciones: Miércoles y jueves a las 20.45 hs.

Viernes a las 21 hs.  Sábado a las 20.00 y a las 22 hs.

Domingo a las 19.30 hs. 

Aráoz y la verdad, la versión teatral de la novela de Ernesto Sacheri adaptada para teatro por Gabirela Izcovich, propone un magnífico contrapunto actoral entre Luis Brandoni y Diego Peretti, a los que se les suma en una escena el oficio de David di Napoli.

La historia nos lleva a un pueblito del interior donde llega Ezequiel Aráoz (Diego Peretti) en busca de la verdad sobre un hecho ocurrido en el pasado, para poder afrontar su presente de pérdidas y ausencias.

Se traslada hasta ese lugar para hablar después de muchos años con Perlassi, crack del Deportivo Wilde, el club de futbol de su infancia, con la intención de saber que pasó en esa jugada que los llevó al descenso.

Aráoz se instala en una habitación de alquiler en la estación de servicio del lugar, fingiendo ser periodista deportivo y entabla una relación particular con Lépori (Luis Brandoni), encargado del bar, mientras espera el encuentro con el jugador y entender  el desenlace de ese partido crucial.

El tiempo de espera se ve matizado con salidas, mateadas e intensas charlas del recién llegado con Lépori, donde se desliza la realidad social del lugar, la historia que los vincula con el deportista y como consecuencia de esto una profunda reflexión sobre los valores que deben privilegiarse en el ser humano.

Luis Brandoni en la composición de un personaje reservado, pero seguro y sereno, mientras que  Diego Peretti compone a un hombre más joven impulsado por la ansiedad, los dos conmueven y nos remiten a personajes cotidianos y reconocibles.

La escenografía ambienta delicadamente, siempre con un fondo de cielo: ell bar, la estación de servicio, el campo, el andén dejando en relieve la actuación, la iluminación refuerza la sensación de melancólica calma de un ambiente rural, a esto se le suma la  precisa dirección actoral. MUY BUENA. Mabel Loschiavo.

Mario Benedetti


MARIO BENEDETTI

Poeta y novelista uruguayo nacido en 1920 en Paso de  Los Toros.

Recibió la formación primaria y secundaria  en Montevideo y a los dieciocho años se trasladó  a Buenos Aires donde residió por varios años. En 1945 formó parte del famoso semanario «Marcha» donde se formó como periodista, colaborando allí hasta 1974.

Ocupó el cargo de director del Departamento de Literatura Hispanoamericana en la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Universidad de Montevideo.

Desde 1983 se radicó en España donde permanece la mayor parte del año. Obtuvo el VIII Premio Reina Sofía de Poesía y recibió

el título de Doctor Honoris Causa por la Universidad de Alicante. Su vasta producción literaria abarca todos los géneros, incluyendo famosas letras de canciones, cuentos y ensayos, traducidos en su mayoría a varios idiomas.

De su extensa obra se encuentran entre otros, la novela «Gracias por el fuego», «El olvido está lleno de memoria», y los poemarios, «Inventario Uno» e «Inventario Dos».Falleció en Montevideo en mayo de 2009.

Mario Benedetti: cuento “El Otro Yo”
Se trataba de un muchacho corriente: en los pantalones se le formaban rodilleras, leía historietas, hacía ruido cuando comía, se metía los dedos a la nariz, roncaba en la siesta, se llamaba Armando Corriente en todo menos en una cosa: tenía Otro Yo.
El Otro Yo usaba cierta poesía en la mirada, se enamoraba de las actrices, mentía cautelosamente, se emocionaba en los atardeceres. Al muchacho le preocupaba mucho su Otro Yo y le hacía sentirse imcómodo frente a sus amigos. Por otra parte el Otro Yo era melancólico, y debido a ello, Armando no podía ser tan vulgar como era su deseo.
Una tarde Armando llegó cansado del trabajo, se quitó los zapatos, movió lentamente los dedos de los pies y encendió la radio. En la radio estaba Mozart, pero el muchacho se durmió. Cuando despertó el Otro Yo lloraba con desconsuelo. En el primer momento, el muchacho no supo que hacer, pero después se rehizo e insultó concienzudamente al Otro Yo. Este no dijo nada, pero a la mañama siguiente se había suicidado.
Al principio la muerte del Otro Yo fue un rudo golpe para el pobre Armando, pero enseguida pensó que ahora sí podría ser enteramente vulgar. Ese pensamiento lo reconfortó.
Sólo llevaba cinco días de luto, cuando salió a la calle con el propósito de lucir su nueva y completa vulgaridad. Desde lejos vio que se acercaban sus amigos. Eso le lleno de felicidad e inmediatamente estalló en risotadas.
Sin embargo, cuando pasaron junto a él, ellos no notaron su presencia. Para peor de males, el muchacho alcanzó a escuchar que comentaban: «Pobre Armando. Y pensar que parecía tan fuerte y saludable».
El muchacho no tuvo más remedio que dejar de reír y, al mismo tiempo, sintió a la altura del esternón un ahogo que se parecía bastante a la nostalgia. Pero no pudo sentir auténtica melancolía, porque toda la melancolía se la había llevado el Otro Yo.