“Fausto, un sueño imposible”
versión de Edward Nutkiewicz
Basada en textos de Goethe, Marlowe y Wilde
Teatro: El Bardo Cochabamba 743
Funciones: viernes y sábados 21hs.
Elenco: Fausto (Edward Nutkiewicz), Mefistófeles (Daniela Catz), Margarita (Maia Francia).
Dirección y Puesta en escena: Mónica Mafia, escenografía y vestuario: Alberto Bellatti, diseño de luces: Marco Pastorino, maquillaje y realización de pelucas y de calva: Mónica Gutiérrez.
La juventud eterna es motivo de preocupación para la humanidad desde tiempos inmemoriales. La literatura universal y el arte en general se han tentado con historias, leyendas y lugares sobre la búsqueda del elixir o método que devuelva al hombre esa condición.
Fausto, un sueño imposible se inspira en tres grandes escritores que a su vez rescatan un mito popular: el de un mago que aseguraba haber hecho un pacto con el diablo a cambio de la sabiduría.
En esta versión, el personaje de Fausto —un empresario que no soporta la vejez— acepta pactar con un Mefistófeles moderno que no duda en someterlo a sus órdenes y devolverle mediante una operación la ansiada juventud. Induciéndolo a desafiar los límites de la ciencia, haciendo frente a las reglas de la naturaleza y de Dios.
La omnipotencia y ambición desmedida que lo llevan a pactar, movilizan también el desborde de sus instintos; y es así que seduce a Margarita, instalándose en él una lucha constante entre el bien y el mal. En ese delirio engaña a Margarita —se ciega con los placeres y poder adquiridos— y comienza a atormentarse con la búsqueda de la redención final.
Con una puesta moderna, en dos niveles: destacando un laboratorio de avanzada; y un corredor por donde aparece Margarita como traída de otro tiempo (en contraste con las enfundadas vestimentas de cuero de Fausto y Mefistófeles). Además de los espejos, en especial el de círculo en el suelo que ayuda a visualizar la transformación y la lujuria.
Fausto, un sueño imposible traslada este drama filosófico a la sociedad actual y nos hace pensar en los avances de la ciencia que no escatima en recursos para retardar el envejecimiento de las células y otros métodos de concepción genética. BUENA.
Mabel Loschiavo.
Basada en textos de Goethe, Marlowe y Wilde
Teatro: El Bardo Cochabamba 743
Funciones: viernes y sábados 21hs.
Elenco: Fausto (Edward Nutkiewicz), Mefistófeles (Daniela Catz), Margarita (Maia Francia).
Dirección y Puesta en escena: Mónica Mafia, escenografía y vestuario: Alberto Bellatti, diseño de luces: Marco Pastorino, maquillaje y realización de pelucas y de calva: Mónica Gutiérrez.
La juventud eterna es motivo de preocupación para la humanidad desde tiempos inmemoriales. La literatura universal y el arte en general se han tentado con historias, leyendas y lugares sobre la búsqueda del elixir o método que devuelva al hombre esa condición.
Fausto, un sueño imposible se inspira en tres grandes escritores que a su vez rescatan un mito popular: el de un mago que aseguraba haber hecho un pacto con el diablo a cambio de la sabiduría.
En esta versión, el personaje de Fausto —un empresario que no soporta la vejez— acepta pactar con un Mefistófeles moderno que no duda en someterlo a sus órdenes y devolverle mediante una operación la ansiada juventud. Induciéndolo a desafiar los límites de la ciencia, haciendo frente a las reglas de la naturaleza y de Dios.
La omnipotencia y ambición desmedida que lo llevan a pactar, movilizan también el desborde de sus instintos; y es así que seduce a Margarita, instalándose en él una lucha constante entre el bien y el mal. En ese delirio engaña a Margarita —se ciega con los placeres y poder adquiridos— y comienza a atormentarse con la búsqueda de la redención final.
Con una puesta moderna, en dos niveles: destacando un laboratorio de avanzada; y un corredor por donde aparece Margarita como traída de otro tiempo (en contraste con las enfundadas vestimentas de cuero de Fausto y Mefistófeles). Además de los espejos, en especial el de círculo en el suelo que ayuda a visualizar la transformación y la lujuria.
Fausto, un sueño imposible traslada este drama filosófico a la sociedad actual y nos hace pensar en los avances de la ciencia que no escatima en recursos para retardar el envejecimiento de las células y otros métodos de concepción genética. BUENA.
Mabel Loschiavo.
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