DESDE EL ALMA
tres obras cortas de dramaturgos contemporáneos.
Actriz: Alejandra Copa
Monólogos: “El nombre” de Griselda Gambaro
“Luisa” de Daniel Veronese
“El silencio de las tortugas” de Lucía Laragione
Dirección: Santiago Doria
Teatro El Piccolino Fitz Roy 2056
Funciones: sábados 20 h.
Vestuario: Romina Mengarelli / Ambientación: Romina Mengarelli / Diseño de luces: Abel Fumagalli / Diseño sonoro: Luis Ramos / Arte: Pablo Bologna / Fotografía: Gustavo Gorrini / Asistencia de dirección: Fernando Cerviño / Arreglos musicales: Gaby Goldman / Coordinación Ejecutiva: Alejandra Copa, Eitan Sobol
"Estar contigo o no estar contigo es la medida de mi tiempo”. Borges descubre en esa frase la amenaza latente de la soledad o de la ausencia. ¿Qué cosa es nuestra vida sino una ficción en la que creemos con una fuerza capaz de sostenerla en el aire?
Tres textos trabajados en un unipersonal que comienzan con “el nombre”, un claro alegato al derecho a la identidad. ¿Qué pasa cuando arbitrariamente se nos es quitado?, tal es el caso de María, una joven sirvienta en distintas familias.
Sometida al abuso de sus patrones llamándola según su conveniencia: Ernestina, Florencia o Eleonora, como una forma de no registrarla, facilitando su despido cuando ya no la necesitaban.
En su recorrido por otras casas, y, aunque la historia se repita y la sorprenda sola y enferma, María sigue buscando el sonido que la identifica con su verdadero nombre.
El segundo texto, “Luisa”, habla de una joven mujer que durante doce años esperó a su amado Agustín, mientras discute sobre el tema con su madre muerta. Los recuerdos alimentan la soledad, no pierde la esperanza, hasta que una noche su hombre golpea la puerta y aparece.
Él volvió para explicarle por qué se fue, sólo para eso, y Luisa se prepara para destejer y tejer un viejo saco verde y como Penélope volver a esperar.
En el último, “El silencio de las tortugas”, una mujer visita un día de lluvia la tumba de su esposo. Y en un diálogo directo hacia Roberto (así se llamaba), recorre los últimos momentos de vida compartida y cómo va a aprovechar los logros materiales que le dejó. Un viaje maravilloso la espera, junto a un amor diferente, Celina, cuyo aroma conocía desde hace mucho tiempo impregnado en la ropa de él.
Con el vals “Desde el alma” como fondo entre historia e historia, un banco y un espejo por escenografía, el trabajo de Alejandra Copa logra el tono justo para conmovernos y situarnos en un lugar que difícilmente no hayamos transitado. Esto sumado a la delicada y precisa puesta y dirección. MUY BUENA
Mabel Loschiavo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario