ESPEJOS CIRCULARES
de Annie Baker
Teatro “Paseo La Plaza” Corrientes 1660
Dirección: Javier Daulte
Intérpretes: Soledad Silveyra, Andrea Pietra, Victoria Almeida, Jorge Suárez, BoyOlmi.
Iluminación: Eli Sirlin
Escenografía: Alicia Leloutre.
Vestuario: Mariana Poski
Funciones: miércoles, jueves y domingos 20:30 h, viernes: 21 h, sábados: 20 y 22 h.
Espejos circulares, nos interna en una historia que a priori aparenta sencilla, un taller de actuación para aficionados, en un pueblo del interior y sus clases con los distintos ejercicios teatrales.
Pero que poco a poco, a partir de prácticas que por momentos resultan vacuas, cinco personajes en un in crescendo de emociones, dejan al descubierto sus particulares y dolorosas historias de vida que en otro contexto no surgirían.
Conducidos por Susana (Soledad Silveyra) una amateur, que sutilmente y a través de diferentes juegos, lleva a todos los integrantes a reconocerse en el espejo que le devuelve el otro.
Ambientada en un salón con distintos elementos de Expresión corporal, donde se suceden las múltiples y vertiginosas escenas, separadas por flashes de intensa oscuridad.
Impecables actuaciones, en un trabajo grupal sincronizado y armonioso, dando el tono justo en los momentos dramáticos o de humor por los que atraviesa esta comedia y ayudan a comprender la esencia de teatro y el actor.
Por todo esto el espectador se siente involucrado y partícipe de situaciones o actitudes que toma como propias.
A esto hay que agregarle la magnífica dirección de Javier Daulte, que saca la nota precisa en cada detalle o actuación
Teatro “Paseo La Plaza” Corrientes 1660
Dirección: Javier Daulte
Intérpretes: Soledad Silveyra, Andrea Pietra, Victoria Almeida, Jorge Suárez, BoyOlmi.
Iluminación: Eli Sirlin
Escenografía: Alicia Leloutre.
Vestuario: Mariana Poski
Funciones: miércoles, jueves y domingos 20:30 h, viernes: 21 h, sábados: 20 y 22 h.
Espejos circulares, nos interna en una historia que a priori aparenta sencilla, un taller de actuación para aficionados, en un pueblo del interior y sus clases con los distintos ejercicios teatrales.
Pero que poco a poco, a partir de prácticas que por momentos resultan vacuas, cinco personajes en un in crescendo de emociones, dejan al descubierto sus particulares y dolorosas historias de vida que en otro contexto no surgirían.
Conducidos por Susana (Soledad Silveyra) una amateur, que sutilmente y a través de diferentes juegos, lleva a todos los integrantes a reconocerse en el espejo que le devuelve el otro.
Ambientada en un salón con distintos elementos de Expresión corporal, donde se suceden las múltiples y vertiginosas escenas, separadas por flashes de intensa oscuridad.
Impecables actuaciones, en un trabajo grupal sincronizado y armonioso, dando el tono justo en los momentos dramáticos o de humor por los que atraviesa esta comedia y ayudan a comprender la esencia de teatro y el actor.
Por todo esto el espectador se siente involucrado y partícipe de situaciones o actitudes que toma como propias.
A esto hay que agregarle la magnífica dirección de Javier Daulte, que saca la nota precisa en cada detalle o actuación
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