“El Organito”
de Armando y Enrique Santos Discépolo.
(grotezco criollo en dos actos – 1925)
Teatro El recoveco Av. Corrientes 1630
Dirección y puesta en escena Guillermo López de Bock
Elenco:
Federico Saslavsky Nicolás
Hernán Sosa Saverio
Elías Córdoba Humberto
Mirta Seijo Anyulina
Claudia Santos Florinda
Carlos Hayes Mamma mía
Javier López Felipe
La acertada mirada de los hermanos Discépolo se interna en la vida de una familia de inmigrantes y desnuda el dolor de cada uno de sus integrantes.
Así aparece la figura del padre omnipresente, abusador, y miserable que forja un porvenir a costa de exponer a sus hijos a la condición de mendigos. Una madre que acepta silenciosamente ser un objeto más, sumisa, sometida y resignada.Y el organito, instrumento que les permite llevar migajas de comida al hogar, que en un principio involucra en su ejecución a los cuñados, Saverio y Mamma mía, después con el tiempo se rompe este vínculo y aparece en escena, Felipe, el hombre orquesta. Dentro del grotesco criollo el género que mejor representa un hecho histórico como fué la realidad del inmigrante, en el contexto social del Buenos Aires de los años veinte.Las limitaciones, el desarraigo, y la lucha por sobrevivir, despoja a estas criaturas de toda sensibilidad y nos muestra su costado más oscuro. El grupo teatral “el cafecito” consigue instalar mediante una buena puesta y actuaciones, la sensación de asfixia y el respiro de humor, recreando la pobreza reinante en la escenografía y en la actitud que habita en cada uno de los protagonisatas.BUENA.
Mabel Loschiavo.
(grotezco criollo en dos actos – 1925)
Teatro El recoveco Av. Corrientes 1630
Dirección y puesta en escena Guillermo López de Bock
Elenco:
Federico Saslavsky Nicolás
Hernán Sosa Saverio
Elías Córdoba Humberto
Mirta Seijo Anyulina
Claudia Santos Florinda
Carlos Hayes Mamma mía
Javier López Felipe
La acertada mirada de los hermanos Discépolo se interna en la vida de una familia de inmigrantes y desnuda el dolor de cada uno de sus integrantes.
Así aparece la figura del padre omnipresente, abusador, y miserable que forja un porvenir a costa de exponer a sus hijos a la condición de mendigos. Una madre que acepta silenciosamente ser un objeto más, sumisa, sometida y resignada.Y el organito, instrumento que les permite llevar migajas de comida al hogar, que en un principio involucra en su ejecución a los cuñados, Saverio y Mamma mía, después con el tiempo se rompe este vínculo y aparece en escena, Felipe, el hombre orquesta. Dentro del grotesco criollo el género que mejor representa un hecho histórico como fué la realidad del inmigrante, en el contexto social del Buenos Aires de los años veinte.Las limitaciones, el desarraigo, y la lucha por sobrevivir, despoja a estas criaturas de toda sensibilidad y nos muestra su costado más oscuro. El grupo teatral “el cafecito” consigue instalar mediante una buena puesta y actuaciones, la sensación de asfixia y el respiro de humor, recreando la pobreza reinante en la escenografía y en la actitud que habita en cada uno de los protagonisatas.BUENA.
Mabel Loschiavo.
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