EL CONVENTILLO DE LA PALOMA
de Alberto Vacarezza
Dirección: Santiago Doria
Elenco: Ana María Cores (Paloma), Claudio García Satur (Miguel), Arturo Bonín (José), Daniel Miglioranza (Seriola), Horacio Peña (Villa Crespo), Ingrid Pelicori (Mariquiña), Irene Almus (Doce Pesos), Rita Terranova (Sofía), Néstor Sánchez (Paseo de Julio), Alfredo Castellani (Conejo), Norberto Díaz (Abraham), Luis Podestá (Risita), Marcelo Bernadaz (Cansao), Héctor Nogues (Mingo), Alfredo Zenobi (Ñato) y Juan Carlos Copes (Juan).
Músicos Pablo Gignoli, Bruno Giuntini y Lucas Ferrara.
Coreografía es de Juan Carlos Copes
Iluminación de Leandra Rodríguez
Vestuario de Maribel Solá
Escenografía de René Diviú
Dirección musical es de Gabriel Goldman
Teatro Nacional Cervantes, Córdoba 1155 (Sala María Guerrero).
Funciones: jueves a sábados, a las 21 h. Domingos 20.30 h.
Entrada: $ 30; jueves, $ 25.
El conventillo de la paloma, nos acerca la nostalgia de una época y reaviva los recuerdos de aquel pasado de inmigrantes, que todos llevamos dentro.
Evocados a través del sainete, definido por el director de la obra como nuestra propia comedia dell´arte, sostenida en tres partes un primer cuadro en prosa, el segundo en verso y el tercero musical.
Esta pieza cuyas características son: ser cómica, corta y con el objetivo de entretener al público con personajes populares, es introducida desde España a fines del siglo XIX.
En nuestro país se enriquece con la mezcla de las distintas culturas y los arquetipos locales.
Su autor Alberto Vacarezza, la estrenó en 1929, con un éxito rotundo llegando a las mil representaciones y se inspiró en una leyenda sobre una dama de blanco.
Esta hermosa mujer que por sus ropas fue apodada “paloma” llegó a una casa de inquilinato huyendo del maltrato de un proxeneta y queriendo reivindicarse.
Su belleza eclipsó a todos los habitantes de lugar (turco, gallego, italiano) y alborotó a sus mujeres al punto de quererla echar, todas las situaciones que esto genera se filetean en el patio del conventillo.
Los actores elegidos especialmente por conocer el género y poder de esta forma perpetuar el legado, llegan como en un viaje onírico a buscar el lugar que esos personajes ocuparon en el pasado.
Con una producción importante, que aprovecha el escenario giratorio, se reproduce el espíritu del conventillo que realmente existió en la calle Serrano al 100, y la maestría de René Diviú, nos trae los cuartos en dos niveles, con sus ventanas, balcones con flores y escaleras.
Coreografías tangeras, tangos emblemáticos (el choclo, el firulete, y qué queres con ese loro), impecables y minuciosas composiciones de este grupo de actores, que rinden además homenaje a los orígenes del teatro, dentro de los festejos del Bicentenario.
La dirección de Santiago Doria, experimentado estudioso del sainete, completa este espectáculo de calidad que propone el Teatro Nacional Cervantes.
MUY BUENA.
Mabel Loschiavo
No hay comentarios:
Publicar un comentario