VOLVIÓ UNA NOCHE,
de Eduardo Rovner.
Versión: Herminia Jensezián
Elenco: Herminia Jensezián, Mariano Karamanián, Belén Santos, Juan Manuel Bevacqua, Charly Arzulián, Carlos Dumanián, Cristina Papazián.
Puesta en escena y dirección general: Herminia Jensezián.
Asistencia de dirección: Pablo Mascareño.
Arreglos y dirección musical: Juan Manuel Bevacqua.
Diseño de espacio, iluminación y vestuario: Herminia Jensezián
Tadrón Teatro: Niceto Vega 4802
Funciones: domingos 20 h.
El teatro Tadrón festeja sus quince años llevando a escena la misma obra con la que inauguró su espacio, Volvió una noche, de Eduardo Rovner.
Un clásico reconocido y premiado dentro y fuera de nuestro país, como en el caso de la ciudad de Praga, en la República Checa, donde se mantiene en cartel desde hace diez años.
Esta obra tiene la particularidad de adaptarse a cualquier cultura, por tratar un tema universal: la relación madre-hijo, en la versión original de origen judío.
La que se presentó en la apertura de este teatro fue en armenio y la de los festejos del aniversario es la adaptada al español por su directora, Herminia Jensezián.
Esta comedia dramática plantea la posibilidad de que después de diez años aparezca frente a su hijo la madre muerta, respondiendo a la necesidad de comprobar si los sueños que tenía depositados en su retoño se cumplieron. Pero en realidad el llamado de atención que motivó que la madre irrumpiera sorpresivamente, fue la noticia del casamiento del joven con Dolly.
Con situaciones desopilantes que van desde la ternura a la exasperación, se plantea el conflicto entre estos dos seres, en un principio con posiciones muy opuestas. La madre intransigente con respecto a conservar la herencia cultural de sus ancestros, y el hijo que propone la aceptación de cambios, que no hacen a la esencia de las tradiciones, y dejar claro que siempre “el amor es más fuerte”.
A través del humor, se plantea entrar en el mundo de los muertos y traer personajes que conviven y hablan con códigos alusivos a los dos mundos.
Con una puesta y dirección impecables, aprovechando el espacio escénico, con elementos representativos de los diferentes lugares; muy buenas actuaciones; y el detalle emotivo de la música en vivo, con emblemáticos tangos, que fusiona el pasado y el presente generacional de una manera estupenda.
de Eduardo Rovner.
Versión: Herminia Jensezián
Elenco: Herminia Jensezián, Mariano Karamanián, Belén Santos, Juan Manuel Bevacqua, Charly Arzulián, Carlos Dumanián, Cristina Papazián.
Puesta en escena y dirección general: Herminia Jensezián.
Asistencia de dirección: Pablo Mascareño.
Arreglos y dirección musical: Juan Manuel Bevacqua.
Diseño de espacio, iluminación y vestuario: Herminia Jensezián
Tadrón Teatro: Niceto Vega 4802
Funciones: domingos 20 h.
El teatro Tadrón festeja sus quince años llevando a escena la misma obra con la que inauguró su espacio, Volvió una noche, de Eduardo Rovner.
Un clásico reconocido y premiado dentro y fuera de nuestro país, como en el caso de la ciudad de Praga, en la República Checa, donde se mantiene en cartel desde hace diez años.
Esta obra tiene la particularidad de adaptarse a cualquier cultura, por tratar un tema universal: la relación madre-hijo, en la versión original de origen judío.
La que se presentó en la apertura de este teatro fue en armenio y la de los festejos del aniversario es la adaptada al español por su directora, Herminia Jensezián.
Esta comedia dramática plantea la posibilidad de que después de diez años aparezca frente a su hijo la madre muerta, respondiendo a la necesidad de comprobar si los sueños que tenía depositados en su retoño se cumplieron. Pero en realidad el llamado de atención que motivó que la madre irrumpiera sorpresivamente, fue la noticia del casamiento del joven con Dolly.
Con situaciones desopilantes que van desde la ternura a la exasperación, se plantea el conflicto entre estos dos seres, en un principio con posiciones muy opuestas. La madre intransigente con respecto a conservar la herencia cultural de sus ancestros, y el hijo que propone la aceptación de cambios, que no hacen a la esencia de las tradiciones, y dejar claro que siempre “el amor es más fuerte”.
A través del humor, se plantea entrar en el mundo de los muertos y traer personajes que conviven y hablan con códigos alusivos a los dos mundos.
Con una puesta y dirección impecables, aprovechando el espacio escénico, con elementos representativos de los diferentes lugares; muy buenas actuaciones; y el detalle emotivo de la música en vivo, con emblemáticos tangos, que fusiona el pasado y el presente generacional de una manera estupenda.
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