EL TESTAMENTO DE LEONARDO
de Rubén Rodríguez Poncetta
Leonardo da Vinci: Rubén Rodríguez Poncetta
Voz del relator: Horacio Peña
Dirección: Rubén Rodríguez Poncetta
Iluminación: Alberto Lemme
Vestuario: Mercedes Colombo
Diseño de escenografía: Daniel Feijóo
Músicos: Federico Salcedo y Ka Verne
Dirección musical: Ka verne
Teatro Nacional Cervantes Libertad 815
Funciones: viernes y sábados 18:30 h, domingos 18 h.
De Regreso a Buenos Aires, de la que emigró en los años setenta para radicarse en España, el actor y guionista Rubén Rodríguez Poncetta, estrena en el Teatro Nacional Cervantes El testamento de Leonardo.
Inspirado en el libro Apuntes de cocina, de Leonardo Da Vinci, Poncetta escribe en 2005 esta obra que analiza desde la gran vocación culinaria del artista, aspectos de su personalidad.
A través de un monólogo cargado de ironía e ingenio, habilita la confusión con respecto a las múltiples virtudes atribuidas a Leonardo (pintura, escultura, arquitectura, inventos), y que en la mayoría de los casos terminaron en bocetos o proyectos inconclusos.
Desde su afición por cocinar y con un sentido del humor particular revela la realidad social de una época cargada de hipocresía, y las luchas por el poder, dado que tuvo la fortuna de ser protegido por la nobleza y desde allí pudo vivenciar las intrigas que conducían a recetas letales.
Su misteriosa vida personal, marcada por su situación de hijo natural, que no le permitía acceder a cargos públicos, hasta su condición sexual por la que fue perseguido, la revelación del claroscuro y el sfumato trascienden desde unos apuntes de cocina, que forman parte de su herencia.
Pero la historia que escribe e interpreta Poncetta comienza con el testamento que dejó Da Vinci con testigos presenciales, pero que nunca se encontró, salvo algunos documentos recuperados por un familiar.
Un trabajo unipersonal singular y diferente, muy bien sostenido por la capacidad actoral y la sorpresa que genera esta apreciación de lo que en realidad puede haber sido la vida del que creemos sinónimo del Renacimiento. En una puesta que equilibra texto, música, soporte visual y escenografía.
de Rubén Rodríguez Poncetta
Leonardo da Vinci: Rubén Rodríguez Poncetta
Voz del relator: Horacio Peña
Dirección: Rubén Rodríguez Poncetta
Iluminación: Alberto Lemme
Vestuario: Mercedes Colombo
Diseño de escenografía: Daniel Feijóo
Músicos: Federico Salcedo y Ka Verne
Dirección musical: Ka verne
Teatro Nacional Cervantes Libertad 815
Funciones: viernes y sábados 18:30 h, domingos 18 h.
De Regreso a Buenos Aires, de la que emigró en los años setenta para radicarse en España, el actor y guionista Rubén Rodríguez Poncetta, estrena en el Teatro Nacional Cervantes El testamento de Leonardo.
Inspirado en el libro Apuntes de cocina, de Leonardo Da Vinci, Poncetta escribe en 2005 esta obra que analiza desde la gran vocación culinaria del artista, aspectos de su personalidad.
A través de un monólogo cargado de ironía e ingenio, habilita la confusión con respecto a las múltiples virtudes atribuidas a Leonardo (pintura, escultura, arquitectura, inventos), y que en la mayoría de los casos terminaron en bocetos o proyectos inconclusos.
Desde su afición por cocinar y con un sentido del humor particular revela la realidad social de una época cargada de hipocresía, y las luchas por el poder, dado que tuvo la fortuna de ser protegido por la nobleza y desde allí pudo vivenciar las intrigas que conducían a recetas letales.
Su misteriosa vida personal, marcada por su situación de hijo natural, que no le permitía acceder a cargos públicos, hasta su condición sexual por la que fue perseguido, la revelación del claroscuro y el sfumato trascienden desde unos apuntes de cocina, que forman parte de su herencia.
Pero la historia que escribe e interpreta Poncetta comienza con el testamento que dejó Da Vinci con testigos presenciales, pero que nunca se encontró, salvo algunos documentos recuperados por un familiar.
Un trabajo unipersonal singular y diferente, muy bien sostenido por la capacidad actoral y la sorpresa que genera esta apreciación de lo que en realidad puede haber sido la vida del que creemos sinónimo del Renacimiento. En una puesta que equilibra texto, música, soporte visual y escenografía.
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