EL ARCO DE TRUINFO
de Pacho O’Donnell
Dirección y Escenografía: Daniel Suárez Marzal
Elenco: Nacho Gadano –Victoria Onetto
Con: Miguel Jordán, Ana María Castel, Ariel Pérez De María.
Teatro Regina TSU Avenida Santa Fe 1235
Funciones: jueves, viernes y sábados 21 h, domingos 20 h.
El arco de triunfo muestra la llagada al país de Tincho (Nacho Gadano), quién ante la crisis social de 2001, decidió emigrar a Francia.
Esta visita moviliza a los padres, que se desviven en agasajos para el hijo que regresa aparentemente ganador, con demostraciones de amor y alegría unidas al deseo de que se quede definitivamente.
Poco a poco el recién llegado siente que va recuperando los motivos que acentuaron su nostalgia por volver: su madre; su padre, con quién se anima a cantar algunos tangos; Aníbal, el amigo entrañable y fanático de boca como él; y Norita, su antigua novia y cable a tierra.
En tono de comedia costumbrista, con una buena dosis de humor, los personajes plantean el desarraigo, las comparaciones y los cambios en el país, en un juego donde todos simulan una realidad que oculta algo.
Suárez Marzal tiene en esta obra doble tarea: como director impone un ritmo vertiginoso. En cuanto a la escenografía destaca en primer plano una mesa y sillas, y de fondo una cama, ambos espacios duplicados en dos cuadros.
Y a un costado del escenario una original cortina de lámparas led, que según los distintos momentos que propone el relato cambia a los colores de Boca, Francia y Argentina, y que bien podría graficar el tango cambalache de esos duros años evocados que vivió el país.
de Pacho O’Donnell
Dirección y Escenografía: Daniel Suárez Marzal
Elenco: Nacho Gadano –Victoria Onetto
Con: Miguel Jordán, Ana María Castel, Ariel Pérez De María.
Teatro Regina TSU Avenida Santa Fe 1235
Funciones: jueves, viernes y sábados 21 h, domingos 20 h.
El arco de triunfo muestra la llagada al país de Tincho (Nacho Gadano), quién ante la crisis social de 2001, decidió emigrar a Francia.
Esta visita moviliza a los padres, que se desviven en agasajos para el hijo que regresa aparentemente ganador, con demostraciones de amor y alegría unidas al deseo de que se quede definitivamente.
Poco a poco el recién llegado siente que va recuperando los motivos que acentuaron su nostalgia por volver: su madre; su padre, con quién se anima a cantar algunos tangos; Aníbal, el amigo entrañable y fanático de boca como él; y Norita, su antigua novia y cable a tierra.
En tono de comedia costumbrista, con una buena dosis de humor, los personajes plantean el desarraigo, las comparaciones y los cambios en el país, en un juego donde todos simulan una realidad que oculta algo.
Suárez Marzal tiene en esta obra doble tarea: como director impone un ritmo vertiginoso. En cuanto a la escenografía destaca en primer plano una mesa y sillas, y de fondo una cama, ambos espacios duplicados en dos cuadros.
Y a un costado del escenario una original cortina de lámparas led, que según los distintos momentos que propone el relato cambia a los colores de Boca, Francia y Argentina, y que bien podría graficar el tango cambalache de esos duros años evocados que vivió el país.
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